Por: Redacción Tuk’
«Cronopios y famas» (1962) es una de las obras más emblemáticas de Julio Cortázar, compuesta por una serie de relatos breves que, con humor y surrealismo, describen las diferencias entre dos tipos de seres: los cronopios y los famas.
La obra destaca por su riqueza en recursos estilísticos, que generan una narrativa única, lúdica y poética. Analicemos algunos de los principales recursos estilísticos que emplea Cortázar en este libro:
Surrealismo
Uno de los rasgos más evidentes es el uso del surrealismo, una técnica que desafía las convenciones de la realidad. Cortázar fusiona lo cotidiano con lo fantástico de manera natural, lo que permite que hechos absurdos, como que los cronopios canten canciones inexistentes o que los famas tengan protocolos para cada aspecto de su vida, parezcan completamente normales dentro del universo narrativo.
Ejemplo: En uno de los relatos, describe cómo un cronopio se enfrenta a la lluvia, pero en lugar de resguardarse, la acepta y baila bajo ella, mostrando una actitud que desborda optimismo y libertad. Aquí, lo surreal radica en la reacción desmedida de los personajes frente a situaciones simples.
Humor e ironía
El humor es un recurso clave en «Cronopios y famas». La ironía está presente en la manera en que Cortázar describe los comportamientos de estos personajes y sus costumbres exageradas. Los famas, por ejemplo, son seres organizados y obsesionados con la planificación, lo cual genera situaciones cómicas cuando sus precauciones terminan siendo inútiles.
El humor, por su parte, se manifiesta en las situaciones insólitas que viven los cronopios y famas, así como en la forma en que el narrador juega con el lenguaje. Por ejemplo, cuando describe cómo los famas hacen inventarios de la humedad de las sábanas, nos muestra un carácter caricaturesco que pone en evidencia la ridiculez de ciertos comportamientos humanos.
Metaficción y juego con el lector
Cortázar es conocido por su interacción directa con el lector, y en «Cronopios y famas» no es la excepción. Juega con la estructura del relato, difuminando la línea entre el autor, el narrador y el lector. A menudo, las historias parecen estar conscientes de sí mismas, desafiando las expectativas del lector y generando una sensación de complicidad.
En algunos relatos, la trama parece no tener un propósito claro o simplemente se desvía, pero en realidad Cortázar está experimentando con la narrativa y ofreciendo una reflexión sobre la literatura misma. Este juego metanarrativo es un recurso estilístico que desarma al lector tradicional y lo invita a repensar su rol como espectador.
Lenguaje lúdico
El lenguaje es un elemento central en la obra de Cortázar, y en «Cronopios y famas» lo usa de manera lúdica, lleno de neologismos, juegos de palabras y combinaciones inesperadas. Esto genera un ritmo único que contribuye a la atmósfera de los relatos.
Cortázar utiliza palabras que inventa o combina para describir situaciones absurdas, creando un lenguaje que solo tiene sentido en el universo de cronopios y famas. Este manejo lúdico del lenguaje subraya la creatividad y la libertad del escritor para desafiar las convenciones literarias tradicionales.
Antropomorfización
Un recurso recurrente en la obra es la antropomorfización, donde los objetos inanimados adquieren características humanas. Los cronopios y famas también son descritos con comportamientos humanos exagerados, que a su vez parodian ciertos estereotipos o actitudes humanas. Al darles atributos humanos a objetos o seres abstractos, Cortázar ofrece una reflexión sobre las contradicciones y absurdos del comportamiento humano.
Por ejemplo, en el relato “Las instrucciones para subir una escalera”, la escalera se transforma en un ente casi consciente que acompaña al ser humano en una acción tan simple, pero que se presenta de manera meticulosa y con una gran cantidad de detalles innecesarios. Esto no solo otorga humanidad a la acción, sino que exagera lo absurdo de la cotidianidad.
Fragmentación y estructura no lineal
Los relatos de «Cronopios y famas» no siguen una estructura tradicional. Cortázar fragmenta las historias, desafiando las formas narrativas clásicas. Cada fragmento funciona como una pequeña pieza de un rompecabezas más amplio, lo que permite al lector abordar el texto desde distintos ángulos, sin una continuidad rígida.
Esta fragmentación refleja la naturaleza caótica de los cronopios y la estructura rígida de los famas. A su vez, invita al lector a completar los vacíos y a encontrar conexiones entre los relatos, reforzando la idea de que la lectura es un acto participativo.
El genio literario: Cortázar
«Cronopios y famas» es un ejemplo brillante del genio literario de Julio Cortázar y de su habilidad para mezclar géneros y estilos. A través de recursos como el surrealismo, el humor, la metanarrativa y el juego con el lenguaje, Cortázar crea un universo propio en el que los cronopios, famas y esperanzas se mueven en un mundo que, aunque absurdo, resulta familiar.
La obra invita al lector a ver el mundo desde otra perspectiva, a cuestionar las normas y a abrazar lo lúdico en la vida y en la literatura. Como reflexión final, sería interesante implementar el espíritu de juego y exploración literaria que propone Cortázar en el sistema educativo mexicano, para fomentar la creatividad en los jóvenes escritores.
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