«Había una vez un país dentro de un país, del cual nadie podía escapar»

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“Había una vez un país dentro de un país, del cual nadie podía escapar”

Por: Jonathan Zárate

Cuando hablamos de animación, no es de esperar que uno de los primeros referentes dentro de nuestra cabeza viene de la mano de grandes empresas como lo son Diney o Pixar, y es que, estas se han encargado de masificar la idea aquello en cuanto a animación se refiere para popularizar la técnica.

Sin embargo, este mismo beneficio también ha traído estigmas erróneos al género, muchas veces encasillándolo como “infantil”.

No obstante, existen casos donde estudios se han encargado de narrar historias más adultas y con una propuesta diferente, tal ha sido el caso de Studio Ghibli en Japón.

Pero ¿Qué propuestas han surgido en países donde la industria no tiene un foco de atención tan grande como lo es Estados Unidos y Japón?

Serie chilena

En el año 2018 los directores chilenos Joaquín Cociña y Cristóbal León, estrenaron su película: La casa lobo, cinta que fue realizada haciendo uso de la técnica stop motion para su realización.

La cinta contiene una atmósfera inquietante desde los primeros minutos, mostrando lo que parece ser un comercial que promociona un lugar tan aparentemente alegre como inquietante, una especie de comuna de fabricantes de miel.

La película alude y retrata de manera no explícita una serie de acontecimientos que pasaron en Chile, durante los años 50, donde el líder de dicha comunidad llamado Paul Schäffer, un fanático nazi, cometió actos hacia los niños de dicha comunidad.

Sin embargo, esto solo es el trasfondo usado para llevarnos de la mano a través de la inquietante atmosfera del film, la historia que nosotros como espectadores miramos, es la de María, una niña que, tras escapar de dicho sitio y de aquel castigo impuesto por sus opresores, huye junto a un par de cerditos, llegando a una casa nombrada como la homónima del título de la película: La casa lobo.

Aquí es donde da inicio una especie de cuento de hadas, donde más que vivir en una casa de ensueño, parecen habitar en una de pesadilla, más aún por el temor a la llegada de un lobo.

Esto sin embargo es una de las muchas interpretaciones que uno puede dar a la historia, se miran imágenes solo descritas como propias de un sueño, donde los animales mutan en humanos, los humanos en animales, la casa cobrando vida, etc.

Una experiencia alucinante

La proeza de la cinta se escapa más allá de contar una historia inquietante, inspirada en un hecho aún más tenebroso; la estética que los realizadores optaron por implementar habla de los límites casi inexistentes cuando se realiza una producción con animación.

El uso de cinta con un tratamiento especial para hacer la estética visual similar a una de los años en los cuales sucedió dicho acontecimiento, los distintos tipos de técnicas en stop motion para capturar a los personajes y más importante aún, el diseño sonoro de la cinta que se vuelve una parte fundamental para quedar atrapado dentro de la misma, con momentos donde parece que todo a tu alrededor del espacio donde nosotros como espectadores se está formando y deformando al mismo tiempo que María y los niños lo están viviendo.

La casa lobo es una experiencia alucinante, nos demuestra una vez más las diferentes y creativas maneras de contar una historia a través de muchas formas, a su vez da un golpe sobre la mesa y nos obliga a mirar las creativas producciones que pueden salir en cintas de habla hispana.

En definitiva, es una obligatoria a mirar para aquellos amantes y no amantes del cine de animación.

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