Videojuegos vs el cambio climático.
La industria de los juegos trabaja con las Naciones Unidas para lograr atraer audiencias e inspirar comportamientos que ayuden a favor del clima.
El videojuego Misión 1.5 permite a las personas aprender sobre la crisis climática y al mismo tiempo, comunicarse con los gobiernos sobre las situaciones que pueden implementarse para abordarla.
El juego desafía a los usuarios a tomar las decisiones correctas para limitar el calentamiento global a 1,5 grados celsius.
El videojuego se puso en marcha a principio del 2020 y se encuentra disponible en 17 idiomas, los usuarios pueden emitir un voto sobre estrategias y opiniones sobre la crisis.
Estas respuestas se han convertido en la fuente de lo que ahora se conoce como el “Voto climático de la gente”, la mayor encuesta de opinión pública sobre el cambio climático jamás realizada.
Esa información ahora ha sido compartida a parlamentarios de todo el mundo durante reuniones internacionales importantes, como la reciente cumbre del G20 y la última Conferencia Climática de la ONU COP 26.
Los resultados se incluyeron en la última serie de informes emitidos por El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), informes que son muy influyentes para las negociaciones intergubernamentales.
La Alianza Jugando por el Planeta
“La industria de los videojuegos es probablemente el medio más poderoso del mundo en términos de atención, alcance y compromiso”, dice Sam Barratt, cofundador del primer grupo de organizaciones privadas del sector de los videojuegos. Barratt se ha comprometido a ayudar a proteger a las personas y el planeta, con el apoyo de las Naciones Unidas.
La Alianza Jugando por el Planeta (Playing For The Planet Alliance) es una nueva iniciativa que ha unido a relevantes compañías de la industria de los videojuegos como Microsoft, Sony y Ubisoft, para luchar contra el cambio climático.
El objetivo es trabajar con estas empresas: Primero, reduciendo la huella de carbono de sus industrias; y segundo, aprovechando el poder de sus plataformas para incluir mensajes sobre pasos que se podrían tomar relacionados con la acción climática.
La alianza ha organizado “Mermelada de juego verde”, una oportunidad para que los estudios de videojuegos se vuelvan más creativos e integren acciones a favor del cuidado al medio ambiente dentro de sus juegos populares o creando juegos nuevos.
Dentro de diferentes actividades en los juegos, durante las sesiones Jam se ha contribuido a la plantación de más de 266.000 árboles, y es probable que esta cifra aumente.
Estudios con un alcance combinado de mil millones de jugadores participaron en el Jam 2021 y pudieron involucrar a 130 millones de jugadores en todo el mundo con unas 60.000 firmas para las campañas de la ONU y $800.000 dólares en donaciones a diferentes organizaciones benéficas que trabajan con causas ambientales.
ONU Medio Ambiente invitó a los estudios participantes a apoyar campañas como la petición Play4Forets, campaña para exigir la acción de los líderes mundiales en la protección de los bosques; así como algunas otras como Glowing Glowing Gone, campaña para acelerar la protección de los océanos y la acción climática.
Las empresas de videojuegos a favor del medio ambiente
Hablando de cambios en el mundo real, según el último informe de Playing for the Planet Alliance, el 60% de sus miembros ahora están comprometidos para a más tardar el 2030 a convertirse en lugares sin emisiones de carbono.
Los juegos parecen tener una huella de carbono menor en comparación con otras actividades de ocio, todo depende de cuánto tiempo juegan los usuarios y qué medios utilizan para ello.
Sony Interactive Entertainment creó una herramienta de huella de carbono que disminuye los impactos del sector de los juegos e hizo mejoras sustanciales en la eficiencia energética de sus consolas Playstation 4 y 5.
Para el Día de la Tierra de este año, Sony invirtió en proyectos de alta calidad y pudo compensar las emisiones de carbono equivalentes a 100 millones de horas de electricidad promedio de la consola durante el juego. Desde 2019, la compañía también está reduciendo sus viajes de negocios y compensando las emisiones restantes.
Gameloft, por ejemplo, integró en Asphalt 9, un juego de carreras de automóviles clave, la oportunidad de que los jugadores conduzcan impresionantes autos eléctricos, incluido el lujoso Lotus Evija, y compitan por la salud del planeta.
Compañías de videojuegos que son rivales han aprendido a trabajar, aprender y colaboran entre sí. Esto podría haber sido difícil de imaginar hace unos años, pero hoy es una realidad.
“Creo que de esta manera tenemos una influencia sin precedentes en el mundo (…) No tenemos más remedio que trabajar con esta industria porque su tipo de capacidad para influir en el comportamiento es potencialmente exponencial”, concluye Barret.
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— Revista Tuk’ (@RevistaTuk) June 7, 2022
Con información de: Noticias ONU