Por: Nancy G. Nieva.
Una historia épica del cine americano la más taquillera de todos los tiempos
La historia de esta película comienza con la Novela que escribió la periodista Margaret Mitchell, reconocida como una de las más destacadas escritoras de la literatura estadounidense del siglo XX.
Mitchell vio la luz por primera vez en el año de 1900 en Atlanta, Georgia, donde vivió y creció en una familia con los valores morales y éticos propios de la época.
Algunos pasajes los inspiro su abuela y en su mayoría, las propias vivencias de la autora.
Esta obra la publicó en 1936, convirtiéndose en un éxito rotundo, ganándose el corazón de los lectores.
La historia de la novela sigue la vida de Scarlett O’Hara
En un principio la heroína de la historia se llamaría Pansy, sin embargo, un editor le comento que el nombre era terrible y finalmente se llamó Scarlett.
Scarlett, es una joven sureña de clase privilegiada que se ve obligada a enfrentar la vida durante y después de la guerra civil.
La novela toca temas sobre las relaciones personales y de pareja, las pérdidas, la opulencia del estilo de vida sureño, los cambios sociales en la época, la esclavitud y los desafíos de posguerra.
El éxito de la novela «Lo que el viento se llevó» se incrementó con la película dirigida por Víctor Fleming y protagonizada por Vivien Leigh y Clark Gable.
Un mal presentimiento no cumplido
La autora creía que su libro no vendería más de cinco mil copias, sin embargo, a solo tres semanas de su lanzamiento ya llevaba vendidas ciento ochenta mil.
Y con tan solo un año en venta ya tenía más de un millón de copias vendidas solo en Estados Unidos.
La novela más vendida de la historia
Gracias al éxito desbordante de la novela, cuyas ventas históricas solo son comparables con las ventas de la biblia, galardonaron a Mitchell con el Premio Pulitzer en 1937.
Tres años después la obra fue adaptada al cine
El productor cinematográfico David O. Selznick recibió de parte de su empleada Kathryn Brown, una sinopsis de la novela de Margaret Mitchell, pidiéndole con vehemencia que comprara los derechos cinematográficos.
Él no quería sin embargo en 1936, un mes después de la publicación del libro, Selznick compró los derechos por 50.000 dólares (cincuenta mil dólares), una gran suma para la época.
La llegada de los protagonistas elegidos a la gran pantalla
Desde un principio el actor Vincent Price fue considerado para el personaje de Ashley, el hombre del cual se enamoraba perdidamente Scarlett O´Hara, no obstante, él lo rechazo y el papel quedo en manos del actor Leslie Howard.
Mismo que aceptó de mala gana pues detestaba el arreglo meticuloso que tenían que hacerle para representar el personaje, pues no creía ser lo bastante atractivo o joven para que Scarlett estuviera enamorada de él.
Sin embargo, acepto el papel solo porque David O. Selznick quien produjo el filme, le había prometido incluirlo como productor en su siguiente película.
El elenco se completó con Olivia de Havilland la compasiva Melanie.
El papel del gran Rhett Butler se lo ofrecieron a Gary Cooper, sin embargo, este lo rechazo, debido a que no quería ser participe del más grande fracaso en la historia del cine como lo declaro en su momento.
Quedándose con el papel el actor Clark Gable, quien era uno de los actores más destacados de la época, con su interpretación como Rhett Butler, Gable demostró su talento al transmitir las emociones del personaje.
Para Scarlett, se hicieron pruebas de cámara con numerosas actrices, tales como Bette Davis, Norma Shearer, Joan Crawford, Judy Garland y Katharine Hepburn; también se realizó una gira por el sur norteamericano para encontrar a una belleza local.
Una non grata persona para el público expectante
Finalmente, el papel recayó en una actriz inglesa totalmente desconocida para el público estadounidense, aunque con un importante reconocimiento en el teatro en Inglaterra.
Selznick conoció a Vivien Leigh cuando el rodaje de lo que el viento se llevó ya había comenzado.
La artista llegó con su pareja, el actor Laurence Olivier, al que conoció en la película «Fuego sobre Inglaterra» y con quien tuvo un tormentoso matrimonio de 1940 a 1960.
Cuando el productor conoció a Leigh ya se estaba filmando la mítica escena del incendio en Atlanta y al verla supo que estaba frente a su heroína.
Aunque el público americano se molestó porque no aceptaban que una inglesa representara a una sureña.
Pasarela de directores
La filmación estaba a cargo inicialmente por George CuKor, sin embargo, después de un par de semanas este dejo el rodaje, decían que fue a petición de Clark Gable.
Siendo sustituido por Víctor Fleming, que venía de rodar El mago de Oz y quedaría plasmado en la historia del cine como el director que filmo dos clásicos en el mismo año.
Aunque Cukor siguió dirigiendo clandestinamente a Vivien Leigh y Olivia de Havilland ayudándolas con sus respectivos papeles.
Fleming también en ocasiones dejaba la dirección por cansancio y por desavenencias con la protagonista, así que el productor de la película, Selznick, tomaba su lugar, dirigiéndola más que los directores que pasaron por ella, que en total fueron cinco.
Selznick influyó en el diseño de vestuario, en el departamento de maquillaje, en la dirección de fotografía dando instrucciones al departamento de iluminación y filtros, e incluso adaptando sus ideas del color a los expertos de Technicolor.
Cuando Fleming se sumó a la producción, él y Selznick pusieron manos a la obra para hacer modificaciones al guion escrito por Howard y sobre el que trabajaron otros escritores como John van Druten, F. Scott Fitzgerald y Jo Swerling.
Para hacer la película el productor David O. Selznick reclutó a uno de los mejores guionistas de la época, Sydney Howard, quien entregó un guion en el que la película duraría unas seis horas.
El rodaje de la película tardó dos años en comenzar debido a las constantes reescrituras del guion y a una preproducción excesivamente larga.
Wood quedó como director de la segunda unidad, posición común en las grandes producciones que permite dividir el rodaje con dos equipos que trabajan simultáneamente para avanzar con mayor celeridad.
Sin embargo, en lo que el viento se llevó, llegó a haber cinco unidades filmando al mismo tiempo.
La complejidad de la producción
Como era de esperarse, esta producción incluía grandes sets construidos en el estudio y el uso de la nueva tecnología Technicolor.
Una de las escenas emblemáticas de la película es cuando Scarlett camina por un campo en el que están acostados en el piso cientos de soldados confederados, lo cual se complicó debido a que el sindicato de actores no consiguió los 2500 extras que necesitaban.
La solución fue mezclar a los 1500 que sí estuvieron disponibles con 1000 muñecos con uniformes.
Los extras tuvieron que moverle los brazos al muñeco que tenían al lado, mediante un mecanismo ubicado en su espalda, para que parecieran personas reales.
Otro reto por vencer fue el uso de la última frase que Rhett le dice a Scarlett en la película («Francamente, querida, me importa un carajo»).
Esto debido a que la Asociación de Productores de Cine de los Estados Unidos, tenía una serie de reglas sobre lo que se podía y lo que no se podía mostrar y decir en una película.
Así que el productor tuvo que pagar una gran suma para que se quedara en el guion.
Convirtiéndose esta frase en una de las más famosas de la historia del cine.
Curiosidades de la película
La idea de la icónica escena en la que Scarlett O’Hara busca al Dr. Meade entre miles de soldados heridos, fue idea de Val Lewton, él había producido varias cintas clásicas de terror.
En el plato los protagonistas no se llevaban bien, sin embargo, Gable era un hombre amable y se llevaba bien con sus coprotagonistas.
En particular, tenía una gran amistad con la actriz afroamericana Hattie McDaniel, quien interpretó el papel de Mammy.
Incluso se cuenta que durante una escena en la que celebraban el nacimiento de la hija de Scarlett y Rhett, Gable le pasó una bebida alcohólica real a McDaniel, demostrando su cercanía.
En el set Clark Gable trabajó alrededor de 71 días y recibió un pago de 120 mil dólares; por su parte, Vivien Leigh grabó a lo largo de 125 días y sólo obtuvo una remuneración de 25 mil dólares.
La segregación y el tema racial durante el rodaje
En aquellos años todavía existía la segregación en algunas partes de estados unidos, sobre todo en el sur.
Durante el rodaje de la película, Gable descubrió que el estudio segregaba y señalizaba entre gente «Blanca» y «Color», lo cual le indignó.
De esta forma llamó al director Victor Fleming y le dijo
«Si no quita esos letreros, no tendrá a su Rhett Butler»
Clark Gable
Logrando que los letreros fueran retirados, mostrando su postura en contra del racismo.
El estreno de la película en Atlanta
Lo que el viento se llevó se estrenó el 15 de diciembre de 1939, en Atlanta, acudiendo miles de personas a ver a sus actores favoritos.
Hattie McDaniel y Butterfly McQueen, dos actrices afroamericanas que interpretaron papeles importantes en la película, no se les permitió asistir al evento debido a la segregación racial.
Gable intentó boicotear su propia aparición en el estreno, pero McDaniel Cuyo personaje en la película era el de Mammy le rogó que asistiera.
A pesar de la polémica, Gable y McDaniel mantuvieron una amistad duradera y continuaron trabajando juntos en otras películas.
El día del estreno el gobernador de Atlanta lo declaro como feriado para que todos pudieran asistir.
La película más taquillera de todos los tiempos y nominada a 13 Oscar
Uno de los máximos honores de la industria cinematográfica es la entrega de premio Oscar y esta película estuvo nominada por primera vez en la historia 13 veces ganando 8 de ellos.
Llevándose la estatuilla a la mejor película, como mejor actriz Vivien Leigh, a la edad de 26 años por interpretar a Scarlett O’Hara logrando así colocarse en la cima de Hollywood, como mejor director Víctor Fleming, aunque la visión artística y habilidades técnicas de David O. Selznick contribuyeron en gran medida al éxito y la atemporalidad de la película.
Otro de los premios otorgados fue el de mejor actriz de reparto para Hattie McDaniel, quien se convirtió en la primera intérprete negra en ser reconocida por la Academia de Hollywood.
Aun así, tuvo que sentarse lejos de sus compañeros de elenco, en el fondo del teatro durante la ceremonia, debido a la segregación que imperaba en Atlanta.
El impacto cultural de «Lo que el viento se llevó»
Su popularidad hizo que se convirtiera en un fenómeno cultural, generando un fervor apasionado tanto en su estreno como en el presente.
Además de su representación histórica, «Lo que el viento se llevó» también ha dejado un impacto duradero en la moda y la estética.
El vestuario icónico de la protagonista, Scarlett O’Hara, ha influido en tendencias de moda a lo largo de los años.
Sus trajes con volantes, corsés y sombreros elegantes han sido objeto de admiración y han inspirado a diseñadores de moda de todo el mundo.
Esta película ha demostrado cómo la moda puede ser parte integral de la cultura y cómo puede trascender las décadas.
A pesar del paso del tiempo, «Lo que el viento se llevó» continúa siendo un clásico del cine y un testimonio de la capacidad que tiene para trascender generaciones.
Hasta el día de hoy, esta película sigue siendo considerada una obra maestra del cine clásico y continúa atrayendo a nuevas generaciones de espectadores.
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