De improviso apareces en mi casa,
arrebatado como eres
me murmuras ferviente,
cómo has imaginado todo el día
locuras a mi lado.
Sin más, me tomas de la mano
y la aprisionas contra tu centro candente,
que parecía palpitar embravecido.
-¿Sientes, amor…cuánto te deseo?
Me musitas sin dejar de mirarme.
Me tomas por la cintura alzándome en el aire, abrazo la tuya con mis piernas
y la danza frenética de nuestras caderas, comienza el duelo erótico
de dos cuerpos ansiosos de placer.
Tu aliento apasionado
acompaña el despojo de nuestras prendas,
la fricción de nuestros torsos desnudos
me hacen morder de placer mi labio inferior.
Doliente de placer me depositas en el lecho,
tus manos delicadamente
recorren mi desnudez
avivando el deseo,
y entonces…
nuestras miradas se encuentran
en una fervorosa complicidad,
y lentamente…tomas lo que es tuyo.
Así… tan intensamente como llegaste.
IMPETUOSO AMOR
Ma.-jos