México es la Grecia latinoamericana
«Tenía una alcancía que decía: una moneda para ir a México» Siciliano
Por Ana Izozorbe/Giovanni Pozos
Tuvimos una charla con Ignacio Siciliano, programador argentino radicando en la ciudad de Xalapa, Veracruz que nos contó cómo ha sido su experiencia en este país, y nos platica cómo ha sobrellevado la pandemia en la ciudad.
¿Cómo fue que te interesaste en la informática?
Mi padre era un entusiasta de la computación y siempre tuvo computadoras, tenía la XT que fue de los primeros procesadores, para mí ver eso desde chiquito era asombroso.
Desde chico me llamó la atención porque yo lo que quería era que los juegos dijeran mi nombre, que dijeran “Colo, ganaste” Entonces me metía a investigar ¿y qué pasaba? que siempre terminaba haciendo todo mal, hasta que mi viejo se enojaba y me decía “si quieres seguir usando la computadora cuando la rompas la arreglas, yo no la voy a arreglar”.
Entonces así fue que empecé a hacerlo con más cuidado, pero igual iba y la rompía. Antes no existía Google, ni nada que te informara. Después tuve una gran suerte, yo vivía en un pueblo de 6.000 habitantes en la Patagonia, Argentina, en 1997.
En la secundaria, en ese año se eligió que la orientación del bachiller sería programación e Informática y vos decís ¿de dónde vas a sacar la formación de informática si estás viviendo en un pueblo que va a leña? ¡Eso Fue increíble para nosotros! De ese grupo que éramos 60 de tres generaciones, solamente dos seguimos trabajando de eso.
Yo programación al 100% no aguanto, es duro, necesito compaginarlo con algo, por eso mezclo también el diseño con programación.
Hablemos de programación
¿Sientes que la programación es muy fría?
No es frío, pero lo tienes que encaminar hacia algo, por ejemplo, vos querés programar ¿pero basado en qué? vos tenés que pensar ¿qué es lo que vos querés hacer? Porque programar es un camino hacia qué.
La programación es algo muy técnico, pero es algo muy loco porque no está regulado, no existe la carrera de programador, vos no podés ir y decir “yo quiero ser programador” Es algo totalmente autodidacta.
¿Cómo manejas un cliente caprichoso?
Lo primero es tener una plática con él de persona a persona, vos le estás invirtiendo plata a esta cosa para tu negocio, ¿qué querés?, ¿qué querés realmente?.
A veces somos arrebatados, pero realmente así no se consigue nada. Primero tienes que ver si podrás dar tu 100% en el trabajo que te están pidiendo, y sabes que vas a poder dar tu 100 % cuando puedes hablar con tu cliente y llegar a un común acuerdo.
Si no te hubieras dedicado la programación ¿que hubieras hecho?
De hecho no me dedico a la programación, no lo tengo como algo centralizado. Es algo a lo que me dedico que por las circunstancias que me ha tocado pero la programación no la siento como mi profesión, yo tengo que estar haciendo de todo, todo el tiempo.
¿Cómo llegaste a Xalapa?
Yo estaba en Argentina en un trabajo que me pagaban re mal. Me puse a hacer herrería, mi tío armaba coches de carreras. Yo me iba a ir al norte de Italia, pero no pasó, como que no teníamos muchas ganas de ir para allá.
Entonces vinimos de vacaciones para acá a México, a Xalapa. Llegamos el 20 de diciembre, y fantásticamente llegó el Covid, en Italia explotó, los metió en una cueva, y a 150 kilómetros de donde explotó el Covid en Italia era a donde me iba a vivir.
Y realmente escapamos de Argentina. Argentina ahorita es de los peores países que ha manejado la pandemia, máxima cantidad de muertos; allá no podría trabajar, no te dejan ir a trabajar, ¿y cómo le haces para recaudar la luz y el agua? los alimentos siguen corriendo, ¿y cómo le haces vos allá si no tienes ingresos?, si un tipo que tiene 5 hijos y no lo dejan ir a trabajar ¿cómo le va hacer para seguir pagando?
México es la Grecia latinoamericana
¿Por qué decidiste estar en Xalapa? de todo México ¿por qué Xalapa?
Yo estoy casado con una xalapeña, veracruzana, chiapaneca. La primera vez que llegué acá fue a conocer, y me parece fantástico, de los mejores lugares. Cuando era chiquito tenía una alcancía que decía: “una moneda para ir a México”.
México es impresionante, ustedes que son mexicanos quizás no lo ven de adentro, pero es la cuna de muchas cosas gloriosas, la geografía es impresionante, la historia prehispánica, la historia revolucionaria, para mí es fantástico.
Es como Grecia, para mí, México es la Grecia latinoamericana. Yo voy a un kiosco aquí y todos me contestan “¡Hola buenas tardes!” con una sonrisa. Esa para mí es la clave que se pierde en una ciudad. En Italia, olvídate, son terribles, la ley del hielo.
¿Por qué decidiste establecerte aquí en México?
En Argentina la economía venía en declive, la idea era irnos para Italia, pero yo no tenía muchas ganas porque como te digo, la vida allá es muy próspera, pero socialmente es la muerte. Yo viví tres veces en Italia y las tres veces me fui porque me saturé de cómo era la gente y la sociedad. Son muy fríos, yo no me adapté.
La gente de donde soy yo es mucho más rancia, por ejemplo, acá nunca me pasó que me han discriminado, me han dejado de hablar o de sonreír por nada, aquí me siento muy acogido.
La pregunta obligada ¿cómo sentiste el cambio de hábitos en la comida?
Sí es verdad que la comida es muy diferente a la dieta argentina, pasta, carne, verdura, mucha harina. Acá hay mucho condimento y sobre todo la dicotomía de los horarios.
Por ejemplo, en Italia te levantas 6:00 o 7:00 de la mañana, te tomas un esspreso, un pedacito de pan, a las 12:00 en punto, un plato de pasta y a las 7:00 de la tarde ya estás cenando, una ensalada, un pollito y te vas a dormir.
Aquí se desayuna a las 10:00 de la mañana, a las 3:00 de la tarde almuerzan, y a las 7:00 ya me duermo. La cena aquí ya es muy tarde, entonces ese periodo de reposo después de la cena a la digestión… para irme a dormir.
TE PUEDE INTERESAR: Convocatoria FOREMOBA 2021