Por: Ida Izozorbe
El rock urbano en Xalapa tiene un nombre clave: José Elizalde. Músico, difusor del género y fundador de Ruta 1, José ha dedicado décadas a preservar y compartir la esencia de un sonido que ha marcado a generaciones. En conversación con él, desde Gusto Divino, exploramos su historia, y los retos de mantener viva una escena que ha cambiado con los años.
El inicio: entre el rock clásico y el descubrimiento del Tri
José descubrió el rock de manera casi inevitable. Su tío, un apasionado del rock clásico en inglés, solía reproducir a volumen alto los emblemáticos sonidos de Black Sabbath, Deep Purple y Rod Stewart, entre otros grandes exponentes. «Me la tenía que chutar a fuerza desde niño», comenta.
Aunque estas canciones sonaban en su hogar, José aún no sentía una conexión profunda con ellas; el género le resultaba familiar, pero no lo consideraba su música.
Fue en la secundaria cuando el verdadero gancho apareció. Le compartieron 15 éxitos de Three Souls, pero el álbum no lo cautivó demasiado.
El encuentro definitivo con El Tri
Todo cambió cuando escuchó Hecho en México. Algo en ese disco —con su crudeza callejera y letras en español— resonó con él como nada antes. «Sentí que era lo mismo que el rock de mi tío, pero en mi idioma», confiesa José.
1987: El año que lo marcó
Ese marzo, mientras cursaba la secundaria, la casualidad lo puso frente a un ritual de iniciación. Desde la azotea de la casa de un amigo —ubicada frente al Parque Colón—, observó el concierto de El Tri y su estela de caos: «La banda venía gritando ‘¡quiero más mota!’ entre humo y cuetes… Yo me iba rápido, se veía que sí venían bien pachecos».
Meses después, su tío —el mismo que lo inició con Black Sabbath— le prestó el álbum que mencionamos anteriormente: Hecho en México. Las canciones ahora tenían sentido.
En diciembre, el destino terminó de dibujar el camino: una posada rocanrolera en el Salón Bazar —el mismo escenario donde, tres años antes, Rockdrigo González había tocado Metro Balderas, acompañado solo por una jarana—. Aquella noche, entre tarimas explosivas y un mar de chamarras de mezclilla, Alex Lora le mostró el alma cruda del rock nacional. ‘Ahí supe que esto era para mí, nos narra José.
Este fue el inicio de su búsqueda. A partir de ahí, comenzó a explorar más bandas de rock en español, indagando sobre nombres clave dentro de la escena. Así fue como conoció a Peace and Love, Ritual y Enigma, este último, particularmente, le resonó con fuerza debido a sus letras en español, lo que fortaleció aún más su conexión con el género.
Ruta 1: Más de dos décadas de resistencia musical
En 1994, junto a Marcos Izarrarás, José comenzó a tocar rock nacional, con la intención de darle un espacio en la escena local. En 1995 nació Ruta 1, y un año más tarde comenzaron a presentarse en Tavo’s, enfrentándose a los desafíos que todo grupo debe sortear para mantenerse en pie. La banda ha pasado por múltiples cambios de alineación, pero el gusto por el género ha sido la constante que los ha mantenido activos.
Para José, el mayor reto ha sido encontrar músicos que valoren y respeten el género. “No fácilmente le entran porque lo desconocen. Hay quienes sí conocen el rock urbano, pero no tienen el nivel, y eso ha sido mi problema», explica.
El público y los espacios: una escena en transformación
El rock urbano en Xalapa tiene un público variado. Por un lado, están los profesionistas que lo descubrieron en su juventud y buscan revivir la nostalgia de aquellos años; por otro, los obreros que posiblemente se identifican con las letras. Sin embargo, los espacios para tocar son limitados. “Nos empezaron a contratar en lugares donde nunca se había tocado rock urbano. Fuimos de los primeros en abrir brecha en ese sentido”, dice.
El rock como crónica social
Aunque el rock ha sido una herramienta para reflejar la realidad social, José señala que en Xalapa pocas bandas han creado música original con este enfoque. Destaca a La Sustancia, grupo de Coatepec que ha retomado parte del trabajo de la banda Sólido, dándole continuidad a su propuesta musical. “Ellos se han dedicado a hacer su música”, comenta José, resaltando la importancia de la creación original.
El desafío de conectar con nuevas generaciones
A pesar de la accesibilidad del rock urbano en plataformas digitales, su impacto en la juventud ha disminuido. Para José, esto se debe a que las nuevas generaciones no se identifican con las letras del género. “Las tocadas cada vez tienen menos público joven”, reconoce. Aunque el rock urbano sigue siendo una ventana a la realidad social de distintas épocas, hoy en día hay menos interés en explorarlo como expresión artística.
El legado
Si José tuviera que salvar tres discos que encapsulen la esencia del rock nacional, elegiría el álbum en español de Three Souls, Bajo el signo de Acuario de Enigma, y El Haragán de El Haragán y Cía. En cuanto a canciones con contenido social, destaca Abuso de autoridad de Three Souls, Tlatelolco de Banda Bostik; y Masacre 68, de Masacre 68.
El papel de José Elizalde como difusor del rock urbano en Teocelo
Además de su actividad en la música, José Elizalde ha asumido un rol fundamental como promotor y difusor de las tocadas de rock urbano en Xico y Teocelo. Su gusto por el género no solo se limita a la interpretación musical con Ruta 1, sino que también se extiende a su compromiso con la escena local, apoyando iniciativas que buscan llevar el rock a las audiencias en municipios cercanos a Xalapa.
José ha trabajado en estrecha colaboración con empresarios y organizadores que han intentado abrir espacios para el género.
“Algunas veces les va bien, otras no, pero como traen grupos que me gustan, yo me uno y apoyo estas iniciativas con la difusión”, comenta.
Este respaldo no solo se traduce en su presencia en los eventos, sino también en su labor de darles visibilidad y promoción, contribuyendo a que más gente conozca y asista a estas presentaciones.
Su presencia en Teocelo no es únicamente la de un músico que participa en los carteles, sino la de un gestor activo, alguien que entiende la importancia de crear redes y alianzas para mantener vivo el circuito de esta música en la región.
José Elizalde continúa siendo un referente del rock urbano en Xalapa, no solo por su historia con Ruta 1, sino por su constante esfuerzo por mantener viva la identidad del género en la escena local. Su trayectoria es un testimonio de resistencia musical, pasión y compromiso con el legado del rock nacional.
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