Expertos en ciberseguridad y autoridades alertan sobre el aumento de este delito. La clave para evitarlo está en la prevención y en una simple palabra familiar.
Imagine recibir una llamada desesperada: una voz alterada le grita que tienen a su hijo o hija secuestrado. De fondo, escucha llantos. Le exigen una gran suma de dinero de inmediato, bajo la amenaza de hacerle daño. El corazón se acelera, el pánico se apodera de usted. Pero, en la inmensa mayoría de los casos, su familiar está a salvo. Usted es víctima de un secuestro virtual o sextorsión, un delito cibernético que crece alarmantemente y que se sustenta en el terror psicológico.
A diferencia de un secuestro tradicional, los delincuentes no tienen físicamente a la persona. Lo que tienen es información suya y de su familia, obtenida a través de redes sociales, ingeniería social o malware, para hacer su mentira creíble.
¿Cómo actúan los delincuentes?
El modus operandi suele seguir estos pasos:
- Obtención de datos: Los ciberdelincuentes rastrean perfiles en redes sociales para conocer nombres, relaciones familiares, rutinas e incluso números de teléfono.
- La llamada del pánico: Contactan a la víctima, simulando ser un grupo delictivo. Usan un tono agresivo y suelen tener grabaciones de fondo con gritos o llantos para generar mayor ansiedad.
- La exigencia urgente: Piden el pago de un rescate, casi siempre en criptomonedas o transferencias difíciles de rastrear, y dan un plazo muy corto para presionar a la víctima a actuar sin pensar.
- La estrategia clave: la palabra clave familiar
- Las autoridades coinciden en que la herramienta más efectiva para neutralizar este delito en segundos es la palabra clave o pregunta secreta familiar.
«Es un protocolo simple que todas las familias deberían establecer», explica Ana López, especialista en ciberseguridad. «Si recibe una llamada de extorsión, lo primero que debe hacer es mantener la calma y preguntar: ‘Dígame la palabra clave’. Si la persona al otro lado no la sabe o evade la pregunta, está confirmando que es una estafa. Es un filtro infalible».
Guía rápida: qué hacer frente a la extorsión
Si recibe una llamada de este tipo, siga estos pasos de forma estricta:
- MANTENGA LA CALMA. El pánico es el aliado del delincuente. Respire profundamente.
- CORTE LA COMUNICACIÓN. Cuelgue inmediatamente. No continúe la conversación.
- VERIFIQUE CON SU FAMILIAR. Llame o envíe un mensaje directo (por WhatsApp, por ejemplo) a la persona que supuestamente está secuestrada. Use la palabra clave.
- NUNCA, BAJO NINGÚN CONCEPTO, PAGUE. Pagar no garantiza su seguridad y lo marca como una víctima potencial para futuros intentos.
- DENUNCIE DE INMEDIATO. Contacte a la policía o a la unidad de ciberdelitos de su país. Proporcione el número de teléfono y cualquier evidencia (capturas de pantalla, detalles de la conversación).
Medios de prevención: fortalezca su escudo digital
La mejor defensa es evitar que los delincuentes obtengan su información:
- Privacidad en redes sociales: Ajuste la configuración de sus perfiles a «Solo amigos». No comparta fotos íntimas, documentos o su ubicación en tiempo real con desconocidos.
- Desconfíe de llamadas desconocidas: No conteste números que no reconozca. Si es importante, dejarán un mensaje.
- Proteja sus dispositivos: Use un buen antivirus, mantenga el software actualizado y tape la cámara web cuando no la use.
- Eduque a su familia: Asegúrese de que todos en el hogar, incluyendo a los adultos mayores, conozcan esta modalidad delictiva.
El secuestro virtual es una mentira diseñada para explotar el amor por la familia. Con información, comunicación y una palabra clave, su escudo será mucho más fuerte.
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